LÁSER VASCULAR

Tratamiento estético de lesiones vasculares de la piel

Una de las indicaciones más frecuentes de tratamiento con láser son las lesiones vasculares cutáneas, que han tenido un gran impacto como opción terapéutica, por su eficacia, seguridad, tolerancia y resultados.
La aplicación es a través de la piel, o sea es transdérmica, razón por la cual se utilizan diferentes medios físicos (geles fríos, aire frío, etc.) para enfriar la piel sin afectar a los tejidos y estructuras adyacentes. El método es ligeramente molesto, por lo que en algunos casos se requiere el uso de cremas y geles anestésicos, pudiendo reanudar el paciente sus actividades una vez finalizada la sesión.

Cómo funciona el láser vascular

El uso del láser en el manejo de las lesiones vasculares se fundamenta en la teoría de la fototermólisis selectiva, que constata la capacidad por parte de una determinada longitud de onda de ser absorbida y destruir un cromóforo específico, sin dañar las estructuras colaterales o subyacentes. En el caso de las lesiones vasculares, el cromóforo que vamos a tratar es el pigmento contenido en los glóbulos rojos, conocido como hemoglobina. De esta manera, el vaso circundante absorbe suficiente energía y es coagulado.
En otras palabras, la aplicación del láser ocasiona un incremento de la temperatura en el interior del vaso tratado, lo cual produce la coagulación sanguínea con el posterior colapso de las paredes del vaso y su desaparición por absorción gradual por parte del organismo.

Indicaciones del láser vascular

· Telangiectasias faciales. Las telangiectasias faciales son pequeñas dilataciones vasculares visibles y superficiales que pueden aparecer como entidad aislada o en el contexto de otro proceso dermatológico como la rosácea, enfermedades inmunológicas, asociadas a hepatopatías, etc... Todas ellas se tratan con este sistema láser siguiendo los mismos criterios independientemente de su causa, origen o localización. Se necesitan de 2-4 sesiones con intervalos de 6-8 semanas para lograr resultados de un 90-100% de aclaramiento.

· Eritema facial. Es la microdilatación de vasos superficiales, que  da lugar a la clásica apariencia de cara roja. Las personas con eritema facial tenían muy pocas opciones de mejorar su afección antes de los avances en los sistemas de láser o basados en la luz, pues el tratamiento se limitaba a la electro-cauterización y a la escleroterapia. Afortunadamente, este tipo de lesiones vasculares son buenas candidatas al tratamiento con láser, necesitándose entre 4 y 6 sesiones separadas por intervalos de 1 ó 2 semanas para alcanzar resultados

· Puntos rubí. Son pequeñas pápulas rojas bien delimitadas, que están formadas por ectasias vasculares. Aparecen en la temprana edad adulta y tienden a aumentar de tamaño con la edad, pudiendo aparecer en cualquier parte del cuerpo (sobre todo en el tronco). El tratamiento con láser es uno de los métodos menos cruento y con mayor eficacia, alcanzándose una eliminación casi completa con 4 a 6 sesiones a intervalos de 1 a 2 semanas.

· Dilataciones vasculares en extremidades inferiores. En ocasiones los vasos a tratar son de un mayor calibre. Esto es especialmente frecuente cuando se aborda el tratamiento estético de las dilataciones vasculares de las extremidades inferiores. La escleroterapia es tradicionalmente considerada como la técnica de elección para su tratamiento pero hoy, en su aplicación percutánea ha ganado popularidad también el láser, incluso para aquellas de mayor calibre. Con este tratamiento láser se consiguen aclaramientos persistentes de más del 70% de los vasos en más del 80% de los pacientes tras diversas sesiones de tratamientos dependiendo del tipo de vaso. Entre las lesiones vasculares se pueden encontrar desde las más superficiales y de menor calibre como son las telangiectasias o arañas vasculares hasta las de mayor calibre y más profundas como las varículas y venas reticulares. El número de sesiones utilizadas son variables dependiendo del tipo de lesión vascular y de la extensión de la misma. La evaluación de la respuesta al tratamiento debe realizarse como mínimo a los 2 meses de cada sesión porque este es el tiempo mínimo necesario para que se produzca la reabsorción de estos vasos tratados. Es fundamental la estricta fotoprotección de las áreas tratadas para evitar las pigmentaciones post-inflamatorias.

Este sistema es utilizado para tratar otras lesiones vasculares como rosácea, hemangiomas, etc. Tratamientos de cicatrices, depilación de zonas dadoras en injertos de piel total y piel severamente dañada por quemaduras, radioterapia o cirugía.

Cicatrices

La tendencia actual es realizar incisiones muy pequeñas para minimizar las cicatrices. La mejor cicatriz es la que está oculta o totalmente camuflada.
No todas las cicatrices necesitan ser tratadas ni en todas va a ser efectivo el láser. Las cicatrices que pueden ser tratadas con láser son:
 
1. Cicatrices hipertróficas y queloides.

Las cicatrices hipertróficas son lesiones elevadas, eritematosas que permanecen dentro de los márgenes de la herida. Las cicatrices queloides son lesiones grandes, de consistencia firme, con frecuencia pediculadas que se extienden por fuera de los límites de la herida afectando a tejidos circundantes. Ambas son cicatrices patológicas originadas por la proliferación exuberante de tejido fibroso secundario a una solución de continuidad de la piel.

La causa de su desarrollo es desconocida aunque existe una serie de factores que predisponen:

• Herencia.
• Raza: mayor predisposición en fototipos oscuros y sobre todo en la raza negra.
• Topografía: existen zonas especialmente susceptibles de desarrollar un queloides como es la zona preesternal, deltoidea, lóbulo de la oreja, parte alta de espalda.
• Naturaleza del traumatismo: heridas incisas.
• Tensión de la cicatriz.
• Factores hormonales: parecen estar implicadas las hormonas (porque pueden desarrollarse durante el embarazo).

Este tipo de cicatrices pueden ser tratados con Láser, este consigue disminuir la hipertrofia, el eritema y el prurito. Su modo de acción es desconocido pero parece que lo que hace es un daño en la microvascularización con lo que se consigue una supresión de los fibroblastos y una disminución de la producción de colágeno.

Se pueden asociar tratamientos con inyecciones  intralesionales de corticoesteroides, apósitos de silicona, peelings químicos, ácido retinoico, ácido glicólico, crioterapia para potenciar el efecto.

Tratamiento preventivo: indicado en pacientes de riesgo. La mayoría de los queloides y cicatrices hipertróficas se desarrollan al mes o los dos meses del daño y el inicio del láser en las primeras semanas después del trauma, puede prevenir su aparición.
 
2. Cicatrices hiperpigmentadas

Las cicatrices hiperpigmentadas pueden mejorar mucho su aspecto. El láser  tiene como diana el pigmento cutáneo con mínimo daño de los tejidos circundantes. Se realizan las sesiones con un intervalo de 4 semanas y el número es variable pero se puede conseguir mucha mejoría con 2-3 sesiones.
También en este tipo de cicatrices son útiles los sistemas de luz pulsada.
  
Depilación en injertos de piel total

A la hora de realizar injertos de piel total, la zona dadora es elegida cuidadosamente dependiendo de las características de la región a cubrir.
Cuando se va injertar una zona de la cara es fundamental que no tenga pelo pero en ocasiones es imposible de conseguir, por lo que en estos casos puede ser útil la depilación permanente con láser, que consigue muy buenos resultados en pocas sesiones. El sistema empleado es láser diodo.

Tatuajes traumáticos

Son aquellos tatuajes originados por depósito de partículas exógenas en las capas profundas de la piel tras una abrasión traumática de ésta y su posterior epitelización. Pueden ser ocasionados por pólvora, asfalto, mina de lápiz, etc o pueden ser terapéuticos como los ocasionados por marcación para radioterapia.  El número de sesiones dependerá del origen del pigmento, su composición química y la calidad del tatuaje.

Piel dañada por quemaduras o radioterapia

Éstas suelen quedar con aspecto poco estético. Se caracteriza esta piel por presentar zonas alternantes de hipo o hiperpigmentación, cicatrices, adherencias, neovascularización que se traduce en telangiectasias y arañas vasculares. El tratamiento con láser puede conseguir en estos casos mejorar el aspecto general, dándole una coloración más homogénea, eliminando las rojeces y las hiperpigmentaciones y ablandando las cicatrices si éstas son fibrosas y retraen la piel.

Los sistemas láser y luz pulsada se asocian con frecuencia a tratamientos estéticos, sobre todo, de depilación y rejuvenecimiento. Sin embargo, en ocasiones, han demostrado ser una gran ayuda como complemento a tratamientos quirúrgicos o complicaciones postquirúrgicas.

RESURFACING O REJUVENECIMIENTO CUTÁNEO

Las lesiones inducidas por la luz ultravioleta durante prolongadas exposiciones al sol aceleran y magnifican los cambios fisiológicos del proceso normal del envejecimiento. Se producen cambios degenerativos como la pérdida del colágeno con agrupamiento anómalo de las fibras elásticas en la dermis superficial, correlacionándose clínicamente con arrugas, laxitud, coloración amarillenta y telangiectasias.

El rejuvenecimiento cutáneo facial  con Láser es un procedimiento no agresivo indicado en pieles con lesiones leves de envejecimiento. Actúa “calentando” de forma preferencial la microvascularización de la dermis, estimulando la formación de nuevas fibras de colágeno a ese nivel. Esto mejora la textura y la firmeza de la piel atenuando las arrugas finas, disminuyendo el tamaño de los poros, devolviendo a la piel luminosidad, y reduciendo el enrojecimiento. Es un procedimiento rápido y no doloroso, pudiendo el paciente incorporarse a sus actividades diarias de forma inmediata.

Resultados
Este tipo de rejuvenecimiento se caracteriza por su baja agresividad y por no tener ningún efecto secundario. Se evidencian resultados después de la cuarta o quinta sesión, las cuales se realizan con un intervalo de 2-3 semanas

Indicaciones:

Pieles fotoenvejecidas: con arruguitas finas por toda la cara, manchas, poro dilatado, piel engrosada y sin luminosidad. También sirve para manos, cuello y escote.

Pieles con cicatrices de acné: es el tratamiento ideal para mejorar la textura de la piel y reducir la profundidad de las cicatrices, siempre y cuando el acné ya no esté activo y sólo queden pequeñas cicatrices.

Párpados con flaccidez y arruguitas finas: mejora la textura del párpado, además de mejorar la laxitud de la piel tan característica de esa zona.

Tener en cuenta que tras la consulta informativa, y descartando la toma de algún medicamento fotosensibilizante, se receta una fórmula despigmentante con la que se prepara la piel durante 2 a 3 semanas antes de la primera sesión. Asimismo, se pauta el uso de protección solar durante esos días. Los tratamientos con sustancias despigmentantes se realizan durante el invierno, sin despigmentante se puede realizar en época estival.

Llegado el momento, se realiza la sesión y se dan las indicaciones de los cuidados post-tratamiento.

Al mes  se realiza la segunda sesión, donde  la mejoría es más notable. En cicatrices de acné y pieles muy fotoenvejecidas se puede hacer una sesión más.

 

LÁSER ENDOLUMINAL O ENDOVASCULAR

Es rápido, mínimamente invasivo siendo una alternativa al tradicional stripping (extracción de la vena enferma), no produciendo traumatismo pudiendo realizarse con anestesia local, en el consultorio. También brinda una corta recuperación y relativamente libre de dolor.

El tratamiento en sí mismo dura entre 30 y 60 minutos. Se infiltra anestésico local, para luego utilizar la fibra óptica posicionándola adecuadamente, efectuando los disparos según necesidad, causando el “cierre” de la vena correspondiente.

Ud. sale caminando pudiendo retornar a su actividad diaria habitual. Puede tener molestias pasajeras por 3 a 5 días. Sin embargo la resolución total llevará según el caso de 30 a 180 días, refiriéndonos a la reabsorción de la “dureza” dónde estaba la vena tratada.

Las ventajas

Procedimiento simple
Se puede realizar con anestesia local
Mínimamente invasivo
Menos de 60 minutos entre examen y tratamiento
Rápida recuperación con mínimas molestias
Retorno a su actividad habitual
Buen resultado funcional y estético

Luego de realizarse el Láser, deberá utilizar una venda de elastocompresión, la cuál se le retirará, según criterio médico a las 24 - 72 hs., pudiendo o no luego utilizar medias de elastocompresión.

¿Cómo actúa el Láser?

Actúa por calor generando la precipitación de las proteínas de la pared de la vena, la cual colapsa (se cierra) e impide el pasaje de sangre por ella.

Esto no debe preocuparle ya que automáticamente su cuerpo utilizará venas sanas para la circulación venosa de retorno al corazón.

Cuáles son las posibles complicaciones de este tratamiento?

Las mismas que las de cualquier procedimiento médico, aunque son mínimas las que pueden ocurrir:
Durezas dónde se hallaba la vena
Hematomas
Inflamación
Son éstas las más frecuentes.  Se debe utilizar un par de lentes adecuados para proteger sus ojos previniendo un eventual disparo fuera del sitio en tratamiento.

LASERLIPOLISIS

Laserlipólisis es la técnica más avanzada de lipoescultura.
Se anestesia localmente al paciente y se le introduce una fibra óptica que actúa sobre el tejido graso. Esa fibra óptica permite el paso de un haz de luz concentrado que sólo es atraído por tejidos amarillos. Al ser el tejido graso lo único de color amarillo bajo la piel, los otros tejidos quedan inmunes y no se produce pérdida de sangre por rotura de los vasos sanguíneos. El láser, aumentando la temperatura, transforma la grasa en una sustancia oleosa semilíquida que puede ser absorbida y retirada naturalmente.

El paciente para optimizar debe recibir masajes de drenaje linfático, usar faja para afirmar y moldear la nueva silueta y realizar una dieta durante las 4 semanas siguientes al procedimiento. Recién al mes de realizada la laserlipólisis puede apreciarse el resultado final.

Este tratamiento posee ciertas ventajas:

a) requiere sólo anestesia local.
b) es un tratamiento ambulatorio y sin internación.
c) Produce menor inflamación y dolor postoperatorio.
d) no deja hematomas y conlleva un mínimo riesgo de sangrado, ya que con esta técnica no se lesionan los
    vasos sanguíneos.
e) Gracias a la luz del láser sobre la piel, se logra una regeneración del colágeno que mejora la firmeza y
    elasticidad en la dermis y la pérdida de flacidez.
f) Los resultados se pueden comenzar a apreciar una semana después de la operación aunque hay que dejar
   pasar más tiempo para conocer los resultados finales.
g) Por último, estos resultados son duraderos: Las células grasas son eliminadas y en pacientes adultos no
   vuelven a regenerarse ni depositarse en las zonas tratadas.
h) Modela el área tratada.

Como conclusión podemos distinguir que la láser-lipólisis es ideal para el tratamiento de áreas del cuerpo donde se acumulan pequeñas cantidades de grasa y no pueden eliminarse con ejercicio físico.

El cambio principal se encuentra en la tecnología que se utiliza y los resultados que se obtienen, ya que resulta ser más eficaz y menos invasiva, con resultados más inmediatos.


 

   Todas las fotos mostradas son de carácter médico únicamente

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